¡A callar!
…eidem episcopo super inhibitione praedicta perpetuum silentium imponenetes.
Con estas palabras el papa Clemente VII ordenaba callar al obispo Pierre d’Arcis para que no incordiara más alegando contra la autenticidad del Santo Sudario de Lirey, cosa en la que ni siquiera el papa creía…
NOTA: esta es la primera entrada que dedico al libro de Andrea Nicolotti: Sindone. Storia e leggende di una reliquia controversa.
Cuatro siglos después, el papa León XIII, el mismo que tronaba contra el socialismo y la democracia por ser contrarios a los designios políticos divinos, hacía callar para siempre al canónigo Ulysse Chevalier. El papa tenía la documentación del caso con el dictamen contrario a la autenticidad de la Congregación de las Indulgencias y las Santas Reliquias, pero prefirió no darse por enterado e imponer perpetuum silentium a los que, dentro de la iglesia católica, cuestionaban racionalmente el supuesto sudario de Cristo. (Nicolotti 2015: 213; Polidoro 2007: 258). Las dos actuaciones papales son significativamente paralelas y revelan una constante a través de los tiempos. Parece que la Santa Madre Iglesia prefiere favorecer la superstición de los creyentes antes que dar paso a un debate racional sobre objetos de culto más que sospechosos. Inmovilismo, se llama eso. Y otras cosas peores que se pueden sospechar.

Por descubrir el mobimiento de la tierra. Francisco de Goya.
No he leído nunca una sola referencia a esta censura inquisitorial en una página sindonista. Los sindonistas se muestran sumamente indignados cuando se habla de la decisión del presidente de la Academia de las Ciencias parisina de no publicar el texto completo de la defensa del Santo Sudario que Yves Delage había realizado en una de sus sesiones. Pero ignoran sospechosamente la actuación inquisitorial de Su Santidad. Un olvido más grave cuanto que ésta era considerablemente más impositiva que la de la institución científica (Nicolotti 2015: 226). Por un lado, porque acalló definitivamente todo el movimiento crítico dentro de la Iglesia, que era creciente, dejando en libertad a las voces contrarias, que se aprovecharon de que no podían ser contradichas para explayarse a su gusto. Nadie impidió, sin embargo, que Delage y Vignon siguieran publicando sus teorías en donde quisieran publicarlas. No hubo una imposición de silencio, porque no podía haberla. Pero, además, mientras que el papa actuó en contra de los dictámenes científicos que estaban en sus manos, Marcellin Berthelot, el presidente de la Academia de Ciencias, recurrió a un expediente habitual en las sesiones de su institución: limitarse a publicar un resumen de la comunicación que no hacía referencia a las especulaciones extracientíficas de su autor. El comité de revisión de cualquier revista científica hubiera hecho lo mismo en nuestros días si se hubiera encontrado con afirmaciones como que “[la cabeza de la figura de Turín] se hace, tras la inversión de sombras y luces, tan admirable desde el punto de vista expresivo que, según algunos pintores que son autoridad, ninguna de las cabezas de Cristo de los artistas del Renacimiento es superior a ella”; “la imagen es de un realismo extremo, impecable”, “las gotas de sangre, de un realismo sorprendente”; “¿Y si no es el Cristo, sino un delincuente común, como conciliar esto con la expresión de admirable nobleza que se lee en el rostro?” (Delage 1902). Etc., etc.
Por lo tanto, que se condene o no la actuación de Berthelot, y también para lo primero podría haber motivos, no cabe duda de que era bastante diferente de la orden papal en cuanto a sus consecuencias, como mínimo.
Bibliografía:
Delage, Yves: « Lettre à M. Charles Richet», Revue scientifique, n° 22 du 31 mai 1902, pp. 683-687, consultado on line en en Le blog de Dominique Autié , http://blog-dominique.autie.intexte.net/blogs/index.php/2006/04/21/lettre_d_yves_delage_a_charles_richet, 07/11/2015 09:29.
Nicolotti, Andrea: Sindone. Storia e leggende di una reliquia controversa, Torino, Giulio Einaudi ed., 2015.
Polidoro, Massimo: Los grandes misterios de la historia, Barcelona, Robinbook, 2007.
Acerca de la historia del dictamen contrario a la autenticidad del Santo Sudario de la de la Congregación de las Indulgencias y las Santas Reliquias, acabo de publicar un pequeño libro con documentos vaticanos inéditos:
http://www.viella.it/libro/9788867284948