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La Sábana Santa no es un fraude. Lo dice el ENEA.

12 de May de 2016

Hay cosas en el sindonismo que son bastante raras. Por ejemplo, no entiendo qué demonios hace un congreso sobre reliquias (el sudario de Turín, el velo de Manoppello, la Virgen de Guadalupe…) organizado en un centro público dedicado a la investigación de la fusión nuclear, los rayos láser y los aceleradores de partículas. Si alguien quiere explicarme que tiene que ver el Mandylion o la virgen de Guadalupe con un acelerador de partículas quizás lo entienda, pero seguro que me va a costar.

Museo del Louvre.

Cuando Antonio Lombatti le hizo esta observación al Dr. Paolo Di Lazzaro, Dirigente di Ricerca (que no sé muy bien qué es) del Centro de Investigación de Frascati de la ENEA (Agencia nacional por las nuevas tecnologías, energía y desarrollo económico sostenible, que es el nombre traducido) y sugirió que podía haber algo así como malversación de fondos públicos, el Dr. Di Lazzaro montó en cólera y amenazó con acciones legales que jamás se llevaron a cabo. Pero nunca explicó qué tenía que ver el pañuelo del padre Pio con el desarrollo económicamente sostenible, por poner un caso.

A la espera de estas aclaraciones más prosaicas, el Dr. Di Lazzaro se ha dedicado a publicitar en alguna revista científica y en otras muchas no tan científicas su impresionante descubrimiento: después de varios años radiando diversos tejidos consiguió “al menos una” fibra con las características microscópicas que se atribuyen al tejido del sudario de Turín. Aquí hago un comentario sobre la entrevista concedida a Maria Margherita Peracchino en la revista L’Indro (“Sindone: l’immagine impossibile secondo l’Enea”, 13 aprile 2015, ) Desde luego, el hombre es modesto y asegura que eso no quiere decir que haya demostrado que al resucitar Jesucristo emitió rayos láser arriba y abajo, pero lo deja así como en suspenso para que cada cual entienda lo que quiera. “Tú lo has dicho”, que le respondió el Señor a Pilatos.

Pero Di Lazzaro no sugiere, sino que afirma con toda rotundidad, que su experimento demuestra (una vez más) que la imagen de Turín no puede ser un fraude cometido por un astuto falsificador. Es graciosa la cosa: ¿cómo un artesano medieval va a disponer de un aparato de rayos láser? (Aquí risitas conmiserativas hacia esos “pobrecitos escépticos”  -expresión que tomo del Sr. Sánchez Hermosilla, ilustre sindonista hispano-  que se creen que un artesano medieval puede tener conocimientos de anatomía, de medicina, de física nuclear… y manejar un aparato de rayos láser). Ja, ja, pues.

Como he comentado en otra entrada, este tipo de risitas no demuestran más que la Santa Ignorancia o la Santa Desvergüenza (virtudes cristianas según el fundador del Opus Dei, Sanjosemari de Torreciudad).

De Santa Ignorancia porque los sindonistas que se ríen parecen desconocer que nadie (que yo sepa) entre los “pobrecitos escépticos” mantiene que la imagen del sudario de Turín fue pintada con el aspecto que ahora conocemos.  Quizás, con algunas reservas, podría aplicarse a Walter McCrone, quien parece sugerir que los efectos visuales de la imagen son debidos a restos de pintura (no a una pintura tal cual, en todo caso). Pero esto nos llevaría a otro debate. El caso es que la mayoría de los “pobrecitos escépticos” mantienen que la coloración de la tela es debida a un proceso químico de envejecimiento de la pintura. Así, Nickell, Garlaschelli, Freeman y otros.

Pero lo de Di Lazzaro no parece ser Santa Ignorancia. En la misma entrevista que estoy comentando, hace una referencia explícita a los trabajos de Garlaschelli que, según él, son inconcluyentes porque su réplica del sudario de Turín no es idéntica ni estética ni microscópicamente hablando al original. No se trata de discutir aquí si tiene o no tiene razón. Lo que quiero resaltar ahora es que Di Lazzaro conoce, o dice conocer el trabajo de Garlaschelli, que se basa en que la tela no fue pintada tal como aparece a nuestros ojos y, sin embargo, habla como si desconociera la teoría de Garlaschelli, dando por sentado de que los partidarios del fraude defienden que la tela fue pintada tal como la tenemos ante nuestros ojos. ¿En qué quedamos?

Hago un esfuerzo de ecuanimidad. No hay por qué suponer que estamos ante un caso de la Santa Desvergüenza predicada por Sanjosemari (¿o es San Josemari?). También podría ser el caso de una virtud nueva: el Santo Atolondramiento.

Sea lo que sea, lo que no puede decirse es que sea muy coherente que digamos.

 

ADENDA: Reconozco que lo de la Santa Ignorancia me lo he inventado por mor de la retórica. Lo de la Santa Desvergüenza, no.

Y NOTA: Evidentemente, el ENEA de Frascati no dice nada. Lo dice el equipo del Dr. Di Lazzaro, Dirigente di Recerca, etc. Pero pedir precisión a ciertos periodistas es como pedir ecuanimidad al ayatolá Jameini. Difícil.

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2 comentarios
  1. Odiseo permalink

    «Si alguien quiere explicarme que tiene que ver el Mandylion o la virgen de Guadalupe con un acelerador de partículas quizás lo entienda, pero seguro que me va a costar.»

    Es muy fácil. La imagen de la síndone se formó como consecuencia de un proceso físico-nuclear-psicocuántico-misterioso-que-te-cagas que se podría simular en un acelerador de partículas (hay algún sindonista que dijo eso, pero no encuentro la referencia). Por otro lado, el Mandylion es el mismo objeto que la síndone, como es bien sabido. Y la virgen de Guadalupe es otra imagen milagrosa formada por el mismo proceso físico-nuclear-psicocuántico-misterioso-que-te-cagas que formó la imagen de la síndone/mandylion y que se puede reproducir en un acelerador de partículas. Por eso es muy importante que los sindonistas investiguen la fusión nuclear, porque si logran explicar el proceso que subyace en la formación milagrosa de ambas imágenes, podrían dar con la clave de convertir el agua en vino (aunque ya han conseguido un milagro mucho mayor sin necesidad de aceleradores de partículas: convertir la fe en oro).

    Si te queda alguna duda, siempre puedes consultar el libro de física que escribió el tipo ese de la silla de ruedas y que salía en Los Simpsons.

    • Odiseo permalink

      Encontré la referencia al sindonista nuclear. Se trata de Jean Baptiste Rinaudo.

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