Historia y mito: Las leyendas de Alejandro Magno y Jesús el Galileo.
(Sin más preámbulos, continúo con el blog de Matthew Ferguson, Κέλσος).
La comparación de Alejandro Magno en el Romance con Jesucristo en los Evangelios es especialmente esclarecedora, ya que tanto Alejandro como Jesús fueron personas históricas sobre las que se escribieron fabulosos relatos sobre sus vidas sólo un par de generaciones después de su muerte. Ambos fueron también llamados el «Hijo de Dios», y a ambos se les atribuyó una paternidad dual: Alejandro fue considerado el hijo de Felipe de Macedonia y el dios egipcio Amón, y Jesús el hijo de José de Nazaret y el dios judío Yahvé. Tanto Alejandro como Jesús eran considerados como «Rey de reyes».
Estas semejanzas son especialmente llamativas en la “Carta a Olimpia” del Romance de Alejandro —que incluye la idealización de sus hazañas, diálogos ficticios entre él y otras personas y errores cronológicos— y el Apocalipsis.

Alejandro es nombrado caballero por el rey Filipo. Roman d’Alexandre, Holanda, primer cuarto del siglo XIV
Sin embargo, el Romance de Alejandro funcionó como un “texto abierto”, es decir, que fue modificado y redactado durante varios siglos a partir de la primera composición. Es por eso que la primera versión que poseemos no es, casi con seguridad, la primera que fue escrita. El principal experto que ha estudiado el tema, Richard Stoneman, data el romance de Alejandro a principios del siglo III a.C., sólo una generación o dos después de la muerte de Alejandro (323 a.C.).
La forma más corriente de construir mitos es la de modelar los personajes de acuerdo con arquetipos heroicos previos. Ya antes de la redacción del Romance, Alejandro había sido comparado con Hércules y Aquiles (Plutarco, Vida de Alejandro, 2.1.). Antes de la redacción de los evangelios, se había comparado a Jesús con las figuras de Moisés, David, Elías y Eliseo. Además se había atribuido a Alejandro en vida su filiación con Amón, con ocasión de su visita al Oráculo del Oasis de Siwa. Estas historias fueron recogidas por los historiadores de la generación siguiente a su muerte y no cabe duda de que venían de antes, durante la vida de Alejandro.
De hecho, la historia del nacimiento divino de Alejandro era bien conocida en el Imperio romano, por lo que se puede argumentar con cierta seguridad que la narrativa de la infancia de Jesús de Mateo podría estar modelada de acuerdo con el mito de Alejandro el Grande. Richard Miller, en Resurrection and Reception in Early Christianity (New York, Routdlege, 2014:pp. 124-125),señala las siguientes similitudes entre los dos relatos:
• La genealogía parental colocada al principio para señalar el pedigrí del héroe.
• Una pareja de prometidos que se aman.
• La irrupción de la divinidad en el proceso, fecundando a la novia mediante su marca; es decir, el trueno de Zeus (κεραυνός) y el viento sagrado de Yahvé (πνεῦμα)
• La concepción virginal y el nacimiento del héroe; el padre sustituto se abstiene de las relaciones sexuales hasta que se abre el útero a través del nacimiento del hijo, es decir, la ruptura del «sello».
• Drama sobre la fidelidad sexual de la novia y la legitimidad de la concepción.
• Desconfianza en el relato de la mujer sobre la concepción del niño, precipitando la necesidad del sueño divino del novio, restaurando así la confianza en la historia de la novia.
• Una descripción profética del niño mediante el sueño del novio, estableciendo la suprema expectativa con respecto al destino del niño.

Ascensión de Alejandro; Roman d’Alexandre, Paris?, 1410-20.
[¿Cómo se fabricó el mito de Jesús?]
A Alejandro Magno no había que añadirle muchos adornos para que su historia resultara gloriosa. Claro, se podría añadir cosas sobre sus contactos con las legendarias amazonas (como Aquiles) durante sus expediciones militares. Podrías difundir rumores de que su madre había sido fecundada por un dios (como Hércules). Y se podría hablar de viajes al ultramundo (como Odiseo). Pero después de todo, el verdadero Alejandro Magno ya era una leyenda por derecho propio.
Ahora volvamos a Jesús. Si usted quisiera difundir historias sobre Jesús como el Mesías, ¿qué tipo de Mesías sería si no fuera más que un oscuro e itinerante campesino, que tuvo poco impacto en el mundo conocido durante su vida? Jesús nunca fue reconocido por la gran mayoría de sus judíos contemporáneos como su rey. Nunca derribó el yugo de la opresión romana. Nunca presidió ningún tipo de juicio final o transformación cósmica mientras estaba vivo. ¿Quién quiere oír hablar de un Mesías que era poco más que un vagabundo dando sermones?
Así que, si usted quiere convertir a Jesús en un Mesías, realmente tiene mucho más trabajo que hacer. Tendría que difundir historias sobre su ascenso al cielo (como Elías). Historias acerca de él caminando sobre el agua (aún más notable que Moisés que sólo separó las aguas). Historias sobre él multiplicando aún más pan del que Eliseo. Historias sobre él resucitando a los muertos y haciendo milagros en la naturaleza (como Elías y Eliseo). Y, si Jesús no hubiera presidido el juicio final durante su vida, entonces usted necesitaría hablar de visiones celestiales que predijeran cómo lo haría en el futuro (como la que Juan de Patmos).
Finalmente, puesto que Jesús había padecido una ejecución vergonzosa en la cruz, tendría que revisar esa mancha en su historial, haciéndole experimentar una extraordinaria reversión del destino. Tal vez, digamos, resucitando de entre los muertos….
Así que, realmente pienso que alguien como Jesús necesitaría mucha más fabulación en su biografía popular. Noten ustedes que, tanto Alejandro como Jesús, hicieron que sus leyendas tomaran forma a partir de modelos miméticos. Alejandro fue modelado sobre figuras como Hércules, Aquiles y Odiseo. Jesús fue modelado sobre figuras como Moisés, Elías y Eliseo. Pero la historia de Jesús necesitaba muchos más milagros y maravillas para que pasara de ser un oscuro campesino a ser alguien mucho más notable. Alejandro no necesitaba eso. Ya era extraordinario. No se necesitó crear tantos mitos para impresionar a la gente con la historia de Alejandro. Pero, ¿quién quiere un Rey de los Judíos y Mesías que no hace otra cosa que vagar dando sermones y hablando con parábolas? Se necesitaría añadir milagros, truenos y demás a la historia, para que la gente siguiera a Jesús.
Entradas del blog Κέλσος consultadas (18-01-2019)
Greek Popular Biography: Romance, Contest, Gospel. ( March 26, 2016)
https://celsus.blog/2016/03/26/greek-popular-biography-romance-contest-gospel/
Eschatology in Alexander’s Letter to Olympias and the Book of Revelation. ( May 9, 2016)
Patterns of Myth-Making Between the Lives of Alexander the Great and Jesus Christ. (May 24, 2016)
Readers’ Mailbag: Should Legendary Development Have Occurred More Rapidly for Alexander the Great than Jesus? (June 16, 2018)