Saltar al contenido

«The Medieval Shroud», por Hugh Farey. Algo más que un compendio.

16 de julio de 2019

En este blog he comentado varias veces mis acuerdos y desacuerdos con Hugh Farey, un sindonólogo atípico. En los meses de Febrero de 2018 y 2019 publicó en Academia.edu un estudio de todos los aspectos polémicos y debates en torno al sudario de Turin en un centenar de páginas. De ellos sólo había recogido en esta bitácora la primera parte  . Creo que es de obligada lectura para los que se interesan por el tema y pueden leerlo en inglés.

 

Rembrandt: Cristo en la tormenta del mar de Galilea. 1663.

 

Ofrezco a continuación una muestra de su estilo de razonamiento.

Para empezar, si un milagro es verdaderamente milagroso, no necesita de la ciencia para explicarlo en absoluto, y en segundo lugar, el diseño de una ciencia que se ajuste a una conclusión preconcebida carece de cualquier tipo de credibilidad. Por ejemplo, para producir una oxidación de una tela de lino del color correcto y el grosor correcto para que coincida con la Sábana Santa mediante energía radiactiva, esta debe ser extremadamente corta, para que no penetre en la tela, pero extremadamente intensa, para compensar la brevedad. Para lograrlo, Paolo di Lazzaro experimentó para determinar la longitud de onda exacta de UV requerida, una longitud de pulso exacta, y un lapso de tiempo durante el cual se transmitieron los pulsos. Mientras tanto, Robert Rucker ha calculado la proporción precisa del número de neutrones que necesitaban ser emitidos desde el cuerpo de Cristo para lograr la distorsión cronológica observada en la zona de la muestra de radiocarbono. Nada de esto tiene sentido. Si quería dejar su imagen, un Cristo divino no estaba obligado a emitir ráfaga corta de 12ns de pulsos de luz UV, o 2 x 108 de sus neutrones, incluso si tales condiciones pueden, de hecho, producir el resultado «deseado». (…)

Bíblicamente, al parecer, no había necesidad de una exhibición tan elaborada [en todos los milagros que se allí se recogen], y en el caso de Jesús, ni siquiera había nadie en el lugar para verlo. Invocar explosiones de radiación simplemente para dar cuenta de la imagen en la Sábana Santa parece teológicamente, y científicamente, poco sólido. No hay ninguna sugerencia de que la conversión del agua en vino, la multiplicación de los panes y los peces, el caminar sobre el agua, el apaciguamiento de la tormenta o cualquiera de los milagros de sanación necesitaran nada semejante, aparte de la reconocida imposibilidad de que lo que ocurrió estuviera ocurriendo. Sólo en la Transfiguración hubo algo remotamente similar a la supuesta física subatómica de la Resurrección, pero no hay ningún indicio de que los testigos sufrieran cualquiera de los efectos que tal explicación exigiría. Era un milagro, y los milagros no están sujetos a la ciencia.

Es incomprensible que este estudio no haya sido publicado fuera de internet. Como información bien seleccionada de los puntos más conflictivos relativos a la reliquia y como argumentación que mezcla teología y sentido común, me parece impecable. Sólo que a los sindonistas, sean cristianos o que vendan su mercancía en círculos cristianos, un creyente que desmonta sus creencias desde dentro no les hace ninguna gracia. Como cuenta Farey, hasta le han amenazado con las penas del infierno por no creer en la autenticidad de la sábana santa. Doy fe.

 

Referencia.

Hugh Farey: The Medieval Shroud 2. No Case for Authenticity. A thorough analysis of all the evidence;
Academia. edu, February 2019; Consultable on line:

From → Ciencia y fe

Deja un comentario

Deja un comentario